El Protocolo de Estambul es un manual para la investigación y documentación eficaz de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes, aprobado por la ONU en 1999.
Proporciona el primer conjunto de directrices reconocido internacionalmente para los médicos, psicólogos y abogados sobre cómo determinar si una persona ha sido torturada y cómo documentar los síntomas, por lo que la documentación puede servir como prueba válida e independiente ante un tribunal. El Protocolo de Estambul se ha convertido en un instrumento crucial en el esfuerzo global para acabar con la impunidad de los responsables.
He colaborado como Psicóloga Pericial en el “Proyecto de investigación de la tortura en el País Vasco (1960-2013)“, dirigido por Paco Etxeberria. Así como en el proyecto de investigación “Incomunicación y tortura. Análisis estructurado en base al Protocolo de Estambul“
A día de hoy, sigo realizando informes periciales basados en el Protocolo de Estambul y sigo participando en juicios penales.